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EL MOIR Y LA REIVINDICACIÓN DE FRANCISCO DE PAULA SANTANDER

El enfrentamiento entre Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander tuvo evidentes connotaciones políticas en la vida republicana del siglo XIX y XX (33) . En alguna medida, los orígenes ideológicos de los partidos liberales y conservadores suelen ubicarse en el momento y las razones de la confrontación. Así las cosas, mientras Bolívar fue convertido por el partido conservador en su referente histórico y político, Santander lo fue para el partido liberal.

La izquierda colombiana en general también se inscribió en la disputa, y sin mucha dificultad pareció haber apostado su capital político a favor de la figura del caraqueño. Fue común -y aún lo sigue siendo- relacionar la reivindicación de Bolívar con propósitos suyos como la idea de la unidad latinoamericana y el rechazo al expansionismo estadounidense. Pese a lo anterior, no siempre existió en el campo de la izquierda una lectura de interpretación hegemónica sobre el enfrentamiento entre Bolívar y Santander, y no siempre el primero recibió todos los votos de admiración. El caso del MOIR puede interpretarse como un ejemplo de lectura disidente, esta vez no respecto a la derecha, sino a la propia izquierda (34) . En efecto, mientras las horribles expresiones de la izquierda parecían resolver el tema del histórico enfrentamiento a favor de Simón Bolívar, y Santander fue visto como representante de los sectores oligárquicos del país, el MOIR planteó una lectura diferente, en donde el "gran calumniado" (35) esta vez fue el héroe reivindicado.

Ahora bien, no existe en el MOIR una interpretación sistemática dedicada a abordar la polémica entre Bolívar y Santander, y menos aún algún documento explícito en donde se consignan las razones de ese movimiento de izquierda para reivindicar a Santander. Lo que existen son referencias indirectas a la polémica, consignadas en algunos pronunciamientos hechos por el MOIR sobre temas de coyuntura política. Para ser más precisos, fueron elaborados por Francisco Mosquera Sánchez, secretario general del movimiento durante varias décadas, lo cual podría llevar a pensar que se trataba de opiniones personales que no comprometían a todo el movimiento. Sin embargo, es indudable que la historia del MOIR no puede separarse de la de Mosquera, su fundador y principal líder hasta el momento de su muerte, ocurrido en agosto de 1994.

Como lo hemos señalado en otro lugar (Díaz, 2010), en un primer momento de su trayectoria política Francisco Mosquera fue un apasionado militante del liberalismo colombiano, que depositó una confianza desmesurada en las instituciones de la república y promovió insistentemente la necesidad de realizar reformas sociales utilizando los canales democráticos. Desde luego, y siguiendo una vieja costumbre política, también acudió al pasado nacional para llenar de gloria al partido liberal. Fue frecuente, por ejemplo, que reivindicara a figuras como José Antonio Galán, José Acevedo y Gómez y Rafael Uribe Uribe y las inscribiera -en ocasiones sin mucho éxito- en el campo del liberalismo.

Antes de trasegar hacia la izquierda, Mosquera ya había expresado sus opiniones sobre la disputa entre Bolívar y Santander, en una columna que escribió para Vanguardia Liberal de Bucaramanga. Allí pronto tomó partido por el líder cucuteño, e incluso, siendo estudiante de bachillerato, en alguna ocasión se opuso a la pretensión de las autoridades académicas del Colegio Santander de promover una cátedra bolivariana en las aulas (36) . librándola de las intenciones caudillistas que habían conducido a la anarquía interna, siendo la Patria Boba el capítulo más elocuente y triste de aquella historia.

Si bien el MOIR no desconoció el papel estratégico de Simón Bolívar en el proceso independentista, valoró críticamente su actuación en la etapa siguiente, la de la constitución de la república. Y las críticas a él se debían, según opinión del movimiento, a las posiciones anti-republicanas, tradicionalistas y caudillistas que al final de su vida pública reivindicó (37) . Desde una interpretación de la historia que pretendía ligarse a la teoría marxista, el MOIR demostró las posiciones de Francisco de Paula Santander, no sólo las más progresistas, sino además las que mejor respondían a la tarea principal que demandaban las circunstancias del momento: darle una fisonomía republicana a la recién independizada colonia española (38) .

Al referirse a la coyuntura política que condujo a la convocatoria de la Asamblea Constituyente, la cual daría origen a la Constitución de 1991, el MOIR expresó no sólo su rechazo a la invitación hecha por el gobierno de César Gaviria para participar en ese proceso, sino que además criticó la forma como se había procedido para tal fin, destacando los propósitos que se escondían detrás de la iniciativa. En esa ocasión, el movimiento relacionó los vicios de procedimiento que condujeron a la convocatoria de la Asamblea Constituyente, con los presentados en los "tiempos de Bolívar":

“Al implantarse el referendo y la Asamblea Constitucional, restándole cualquier injerencia al Congreso, queda franqueable la vía extraordinaria de variar el ordenamiento jurídico de la nación mediante los acuerdos políticos, un recurso que en nuestra historia patria ha servido para imponer fraudulentamente, sobre la mayoría doblegada, la voluntad de los transitorios detentadores del mando. legitimando, igual en los tiempos de Bolívar que en los días preliminares al Frente Nacional" (Citado por Mejía, 1999: 60) (39) .

La reivindicación hecha en un primer momento por el MOIR del general Santander fue ratificada poco tiempo después, a través de uno de sus órganos de análisis y debate: la revista Deslinde. En efecto, en 1992 se publicó allí una entrevista a los historiadores David Bushnell y Jesús Arango. En la presentación de la entrevista, el MOIR aprovechó para reiterar la defensa del pensamiento de Santander, afirmando, entre otras cosas lo siguiente:

"El 'Hombre de las Leyes', como lo describe Bolívar, fue estratega militar, forjador de la independencia de la Nueva Granada y fundador de la república. Su preocupación por el predomino de la ley ha sido caricaturizada innumerables veces, pero su ejemplo ha servido de defensa contra todos los intentos tiránicos" (Varios, 2000: 184) (40) .

De esa manera, esa corriente maoísta de la izquierda colombiana construyó un relato disidente sobre la célebre polémica del siglo XIX, que involucró a dos importantes personajes políticos que siguen resonando, de distintas maneras, en la Colombia contemporánea (41) .

Sin embargo, la posición del MOIR frente al tema de Bolívar parece no haber sido la única en el campo de la izquierda colombiana. Sectores del denominado campo marxista leninista de los años setentas, elaboraron interpretaciones similares, poniendo la discusión en el contexto histórico en que se desenvolvieron Santander y Bolívar. Un vocero de aquellos sectores afirmó:

"(...), sin desconocer el valor revolucionario de la actuación histórica de Bolívar, tampoco podemos ser ciegos al hecho de que la 'grandeza' napoleónica deslumbró a Bolívar, y ese deslumbramiento no se quedó en su mente sino que se plasmó en hechos como la dictadura unipersonal de 1828. No debemos olvidar el pensamiento de Bolívar acerca de la inmadurez de estos países para adoptar una forma republicana que no arrastrase consigo los rezagos de la monarquía” (Olmos, 1975: 86).

Extracto tomado:
La Independencia y los héroes en los discursos de la izquierda colombiana: Reivindicaciones, ajustes y lecturas disidentes.

José Abelardo Díaz Jaramillo
anal.polit. vol.24 no.71 Bogotá ene./abr. 2011

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-47052011000100002

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